| Sumario: | Pío Baroja sintió una gran atracción por el anarquismo y, aunque nunca mantuvo una coherencia ideológica que permitiera adscribirle a este movimiento político de manera exclusiva, es importante el análisis de la relación entre el escritor vasco y el pensamiento libertario para poder comprender mejor su actitud ética y artística, especialmente en su primera época. Más allá de una fugaz coincidencia de posiciones, en Baroja el discurso político anarquista ayuda a legitimizar su estética de oposición: la arbitraria recuperación y recreación de la realidad externa a través de la memoria que realiza en su escritura. Esta poética intentaba trascender un sentimiento de alienación que Baroja compartía con los anarquistas y que éstos dirigieron hacia la realización de una revolución, tanto en algunas de sus primeras publicaciones como en la trilogía de La lucha por la vida, apoyan la existencia de un fondo utópico en la simpatía que el autor sentía por el ideario ácrata.
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