Summary: | A nivel mundial, la crítica al sector público que tiene mucho de verdad, está alcanzando niveles de tal magnitud que ha llevado a los ciudadanos a una enorme pérdida de confianza en dicho sector, tanto así que han sido fácilmente convencidos de que los asuntos públicos deben y pueden resolverse fuera de la institucionalidad de dicho sector. Dichas críticas han conducido también a académicos a proponer cambios en la organización y funcionamiento del sector público. El presente trabajo parte del hecho de que toda esa crítica debe ser conducida a la luz de criterios objetivos, del conocimiento profundo sobre el funcionamiento propio de este sector y tomando en cuenta las características que lo distinguen del sector privado. Se parte aquí de la premisa de que el sector público tiene una serie de complejidades que lo hacen diferente al sector privado y que no se pueden resolver fácilmente, puesto que la cobertura de su funcionamiento requiere llegar a todos los ciudadanos de un país con productos y servicios de alta dificultad, lo que lo obliga a diseñar y poner en funcionamiento sistemas administrativos muy complejos para la prestación de los servicios; siendo ello diferente al sector privado, que tiene mercados cautivos, para productos muy bien delimitados.
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