| Sumario: | Trata de poner en evidencia en qué forma el proceso de globalización al que asistimos, y que gusta de aparecer revestido con los ropajes de la fatalidad o el destino, aparte de implicar el crecimiento exponencial de la globalidad del mercado (causa esencial de la desolación que nos rodea), genera al mismo tiempo una interdependencia de los hombres cada vez más estrecha, la cual debilita de manera creciente independencias y soberanías, manifestando la interconexión de todos en la producción de una nueva realidad global. Supone abandonar, como vana, la esperanza de "otro mundo" y señala que la "mundialización" significa, por tanto, también (o antes que nada) que es en "este mundo" donde se juega la producción o creación del hombre como instauración de un "reino de la libertad"
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