| Sumario: | Analiza la respuesta que la Iglesia y los políticos católicos le dieron al Partido Comunista de Costa Rica (PCCR), siendo visible en el discurso eclesiástico de finales del siglo XIX la preocupación por la cuestión social. Con la designación de Bernardo Augusto Thiel, como Obispo de San José, se inicia un esfuerzo por disciplinar a los sacerdotes, fortalecer la infraestructura eclesiástica, expandir la evangelización, disponer de una prensa católica y una gestión social que proyecta en la esfera pública costarricense la problemática de la creciente diferenciación social y la pobreza. Señala que el exitoso desempeño electoral del PCCR en el contexto de la crisis económica mundial, su moderación política y su identificación con la defensa de la democracia electoral, así como su proyección pública mediante su "Semanario Trabajo", fortalece a clérigos y laicos convencidos de la necesidad de canalizar institucionalmente las demandas populares contra el desempleo, los bajos salarios y el alza
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