Sumario: | Plantea que para hacer una entrevista en la historia oral, primero hay que considerar qué cosa ha ocurrido, cómo ha ocurrido y qué se ha relatado. Manifiesta que es complejo hacerlo, por cuanto tenemos aquello que ocurrió a través de narraciones (escritas y orales), las cuales hay que depurar para llegar a los hechos, así como aprovechar su existencia y tratarla como fuente de interpretación y conocimiento. Distingue entre el uso de las fuentes orales como historiografía, el uso específico de la comunicación oral y el tipo de información que la oralidad privilegia como historia oral. Señala que entre oral y escrito no existe una dicotomía, sino una continuación y diversidad. Contempla la dimensión subjetiva y narrativa en la historia oral como expresividad, mientras que las otras fuentes son factuales.
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