| Sumario: | Una visión heredada de la técnica nos ha hecho pensar que ésta ocupa un lugar secundario en la cultura. A veces se la identifica con los oficios repetitivos y mecánicos en los que supuestamente no estaría en juego ninguna racionalidad, cuando no con las herramientas o con los objetos mismos destinados a cumplir una labor. En este artículo se quiere mostrar que la técnica es, ante todo un factor determinante en la configuración de la humanidad mism, ya sea que se hable en términos evolutivos o en términos individuales. Hay una tecnicidad orgánica que está presente en todos los animales y que permite ver que existen formas de emplear los recursos corporales de maneras diversas para la obtención de un resultado, Esa plasticidad funcional fue explotada al máximo por nuestra especie, en sinergia con una serie de mutaciones tanto genéticas como ambientales, que nos condujeron hasta el presente. De otro lado, los estudios sobre las técnicas corporales han mostrado que la técnica exige una intervención sobre los cuerpos antes de una intervención sobre las cosas. Sin esa condición ontológica no sería posible que el cuerpo se dispusiera para la transformación de su entorno.
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