| Sumario: | En muchos países, a pesar de la adopción de cuotas, la participación política de la mujer sigue siendo baja. Costa Rica, sin embargo, presenta una historia de éxito en cuanto al aumento de la representación descriptiva de las mujeres y, como país que ha probado una variedad de sistemas de cuotas, representa un caso de estudio único. Este artículo analiza los procesos que han influido en la evolución de la experiencia costarricense, y la lucha por lograr una ley de cuotas efectiva resalta la importancia de una legislación clara, inequívoca que no deje escapatorias para quienes se resisten a su implementación. Sin embargo, también hay una nota de advertencia de que, aunque las cuotas pueden ser efectivas en números cada vez mayores, la búsqueda de las organizaciones de mujeres para buscar la transformación puede ser adoptada por otras, lo que quizás lleve a resultados no deseados. El sistema de cuotas puede asegurar una mayor presencia de mujeres, pero no necesariamente mejora la democracia o la justicia social, ni promueve los intereses de las mujeres en la agenda pública.
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