Sumario: | Propone que, desde el período colonial, el modelo de desarrollo dominante estuvo orientado a la explotación de los recursos relacionados con la posición geográfica generando una situación dual con respecto a lo social, económico y político. Por un lado, una zona de tránsito conectada a una economía global a través del sector servicio y con escaso desarrollo del sector industrial y agropecuario. Proceso dirigido por una clase rentista que depende de la captura del Estado para mantener su dominio. Por otro, una zona rural con poca conexión a esta dinámica caracterizada por un rezago de las rezago de las relaciones capitalistas y con una débil clase latifundistas que no logra mantener un eje de acumulación sobre la base del agro y, por lo tanto, es imposible el surgimiento y consolidación de un proletariado campesino, así como ocurrió en otras regiones de América Latina. Esta dualidad explica en cierta medida algunos guarismos contradictorios que describen la formación social panameña. Crecimiento económico sostenido versus reducción de la participación de los salarios en el PIB nacional, salarios mínimos altos en comparación con la región vs tasas de informalidad que afectan a casi la mitad de su mercado laboral: índice de desarrollo medio alto vs altas tasas de desigualdades sociales. En otras palabras, un modelo de desarrollo vulnerable que nuestra signos de agotamiento y es dual territorial y socialmente.
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