Sumario: | Este poemario es prácticamente un símbolo. Símbolo de la transformación que el poeta Rafael Góchez Sosa ha experimentado en su trabajo profesional, poético. Y símbolo también del cambio que a muchos de nosotros, personajes y personitas de las clases medias, nos ha tocado hacer empujados por las gravísimas circunstancias en que vive nuestro país. Los días y las huellas quiere expresar precisamente eso. La tensión ya no se aguanta. Se ha llegado al límite de lo humanamente soportable. Y la puteada surge como descarga eléctrica deseosa de electrocutar a los que a sangre y fuego mantienen la podredumbre del sistema. Esta obra es heterogénea, desigual. Junto a poemas en que se puede reconocer un enternecimiento que lo invade todo hasta el punto de integrar adecuadamente los elementos más dispersos, hay otros en que los elementos integrantes se disparan cada uno por su lado. Como ejemplo de lo dicho tenemos “Canción de cuna”, para la hija asesinada.
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