Sumario: | Muy hombre, muy poeta y algo santo; con una pasión tan violenta por Jesucristo, como las pasiones paganas más flamígeras. Su poema "El rey mendigo" tiene todo el vigor y trascendencia de una obra de arte como "el Cristo" de Velázquez. Y ese amor a Cristo (el hijo de Dios) lo identifica con el Hombre, un sentimiento religioso tan hondo, que en la vida cotidiana y en la literatura no deja nunca interferir a la persona llamada Alberto Guerra Trigueros, a quien suele referirse en sus escritos con cierto desprecio teñido de lástima. Por eso lo oímos decir en "Nike": "y sabe que en cada hombre vive la humanidad" no es otra cosa sino una forma de auto-semblanza.
|