Sumario: | Masferrer llenó sus ojos de la triste realidad en que se mueve la vida de los más humildes salvadoreños: aquellos que ahogan su desesperanza en la bebida. Los puntos cardinales que orientaron a Masferrer, son el hospital, los estanques, la penitenciaría, llamados por él trinidad fatídica. Son los antiguos rumbos de San Salvador, por donde transcurría la vida ciudadana y la fiesta dominguera de los bajados del Volcán de San Salvador. La tragedia se inicia en los estancos ahora llamados expendios. Allí concurre el obrero y el campesino; compra el aguardiente que lo embrutece y bestializa, que convierte al hombre en alimaña o fiera, pierde la dignidad y la vida y es el paso que conduce al luto y la pobreza. Condena las arcas nefandas de los fabricantes y vendedores de la muerte que guardan el dinero maldito.
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