| Sumario: | El ocio es algo que se asocia fácilmente con los impresionistas. Tanto si se trata de la familia de Monet a la orilla del mar o de los personajes de Renoir que hacen picnic en el campo; de los paseantes ociosos de Manet en los parques o de los elegantes de Degas que van de compras y a las carreras de caballos; de los entusiastas de la ópera de Morisot o de los remeros de Caillebotte, todos estos artistas intentan capturar un nuevo mundo de esparcimiento al mismo tiempo que ellos también lo disfrutan. Destacando una amplia y original selección de sus obras así como fotografías contemporáneas y reflexiones procedentes de diarios y cartas, este libro resucita muchos momentos felices que han quedado plasmados en las pinturas impresionistas. También documenta las pasiones, intereses y amores de los propios artistas: les seguimos por bulliciosos bares y restaurantes de París, pasamos días tranquilos con ellos en el río, vamos a pistas de patinaje sobre hielo, a mercados, a jardines y les acompañamos de vacaciones a la orilla del mar, cada vez aprendiendo más acerca de los propios artistas y observando su trabajo con una luz nueva. Al mismo tiempo que es una delicia visual,, ofrece una fascinante descripción de la nueva sociedad ociosa del siglo XIX y confirma a los impresionistas como los artistas que mejor conocían cómo disfrutar la vida. Por eso, este libro llamará la atención de todos aquellos que aspiran a hacer lo mismo.
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