| Sumario: | El término racional es tal vez el concepto más arraigado y extendido en la cultura occidental. Este suele aplicarse a personas, grupos de personas, creencias, acciones, decisiones, instituciones, estructuras, sistemas políticos, sociedades, valores, deseos, gustos y preferencias. Todas estas aplicaciones se dan en todos los contextos, especialmente en las discusiones políticas, científicas, tecnológicas éticas, estéticas, filosóficas, académicas, por mencionar algunas. No obstante, a pesar de la importancia y la recurrencia del término, se puede afirmar que no hay la claridad suficiente cuando se habla de la noción de racionalidad, tampoco la hay del significado correcto de sus múltiples acepciones y mucho menos de sus limitaciones. Parafraseando a León Olivé, esta falta de claridad es grave, dado que al hacer alusión en cualquier discurso del término raci onalidad este está cargado de prejuicios y mitos. Tanto que el termino ha adquirido una carga valorativa e ideológica tan significativa como lo ha hecho el termino de cientificidad.
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