Sumario: | El libro de Maitena Fidalgo reúne, por lo menos, tres buenos motivos para emprender la lectura: en primer lugar, se refiere a un tema que al lector no le resultará fácil encontrar en otros trabajos; en segundo lugar, es un texto que cumple con todos los requisitos de la buena investigación; y, finalmente, es un libro valiente. La medicina prepaga no ha sido motivo frecuente de investigaciones ni de publicaciones. A tal punto es así, que si el observador extrajera conclusiones acerca de la importancia de los temas a partir de la frecuencia con que ellos son tratados en la literatura y los debates especializados, con toda razón podría concluir que la medicina prepaga tiene una importancia marginal en el sistema de salud argentino. Y así cometería un error, según señala la autora, que a lo largo de los distintos capítulos muestra que las empresas que integran este sub-sector han ido cobrando creciente importancia desde distintas perspectivas. Es, también, un libro que cumple con todos los requisitos de la investigación sistemática y rigurosa: se sostiene en un trabajo de varios años, en el que Fidalgo fue construyendo el objeto de investigación; años en los que combinó, cruzó y superpuso información de fuentes y perfiles variadísimos. Lo dicho hasta aquí sería razón suficiente para la lectura. Sin embargo, al principio dijimos que es un libro valiente. Podríamos corregir: es un libro valiente, porque valiente fue la investigación en la que se apoya. ¿Qué significa eso? ¿Cuándo una investigación académica es 'valiente'? ¿Cuáles son los riesgos de una investigación académica, distintos de la investigación periodística o de la investigación policial, que enfrentarlos puede ser señal de'Valentía'? El mayor peligro que acecha a quienes investigan es el del apartamiento y el silencio, el de no tener interlocutores; el de la invisibilidad. En consecuencia, una investigación académica es valiente cuando va a contramano del clima de su campo en la época en la que se desarrolla.
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