Sumario: | Con la aparición de la epidemia del SIDA en los años ochenta, todo el poderío científico mundial no ha logrado encontrar una cura contra la enfermedad. Mucho se ha escrito y dicho ya, que debemos educarnos para prevenir el SIDA. Por repetido que suene, es de vital importancia no solo que nos eduquemos, sino que verdaderamente apliquemos nuestros conocimientos para prevenir la infección por el VIH. En nuestra continua exploración de caminos efectivos hacia la educación, hemos encontrado la gran variedad de métodos por la cual la gente aprende y se educa. Loa mejores métodos educativos son aquellos que pueden llegar al sentir profundo de cada individuo, aquellos que puedan tocar sus almas aunque sea por un instante. Por estas razones creo que el tiempo de Eric Landrón ha llegado, el tiempo de su poesía, el tiempo de su mensaje educativo y preventivo a través de la expresión de su poemario “Deliro y esperanza, Amor en tiempos de SIDA”. Ha llegado el tiempo que la crítica que generen algunos de los poemas de este singular poeta se opaque con la fuerza de apoyo que, estoy seguro, encontrará de aquellos que comprendan que detrás de4 sus versos para el sexo seguro, la masturbación y los condones, están también aquellos que expresan la solidaridad para los SIDA-heridos.
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