Notas: | Micrófono en mano. Nidia Díaz grabó durante horas lo que había sido 190 días de cárcel. Es un recuerdo y un testimonio sobre cómo se vive y sobrevive en las cárceles salvadoreñas, que ya no son las "cárceles clandestinas" de hace 10 años, Nidia quería olvidar el trauma de la cárcel y el privilegio de la vida quería espantar los recuerdos. Pero tenía el deber de recordar, de contar a otros cómo se vive y se sobrevive en las cárceles salvadoreñas, centros de muerte y abusos. Debía transmitir a su pueblo y a sus compañeros las claves de esa importante experiencias, ricas en lecciones para quienes luchan. Debía devolver a la solidaridad internacional el testimonio de aquella por quien tanto se interesaron durante meses con gestiones de todo tipo. ediciones varían |