Sumario: | Bien entrada la noche del domingo, llegaron a visitarme Elda Maúd, su esposo, y Paulo Cannabrava. Elda es una de las mujeres mas bellas que conozco. su esposo, un compañero del partido Comunista y Paulo, un periodista brasileño que se quiso mucho con el general Torrijos. Bajo el manto de su conversación, sin mayor secuencia lógica, y toda llena de huecos dé silencio, y de esas miradas que los poetas cursis, pero realistas, llaman "furtivas", y de la vergüenza que yo sentía, fue cristalizándose poco a poco mi decisión de ir a la catedral
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