| Sumario: | El prolapso rectal es un trastorno de la estática pélvica en el compartimiento posterior, que da lugar a una invaginación que conduce a su exteriorización a través del ano. Es una enfermedad que afecta con mayor frecuencia al adulto mayor, habitualmente después de los 70 años, es más frecuente en mujeres con una relación 10 a uno. Su incidencia es de 2,5 por 100 000 habitantes. (1) (2) Los factores etiológicos considerados en el desarrollo del prolapso rectal pueden ser congénitos o adquiridos. Se le ha asociado a un colon sigmoides redundante, laxitud de los ligamentos laterales, fondo de saco profundo, lesión neurológica, estreñimiento crónico, lesión del complejo esfinteriano, pérdidas del mecanismo de sostén adherido a la fascia presara. (3) Puede presentarse en una variedad de formas y está asociado con una variedad de síntomas que incluyen dolor, evacuación incompleta, secreción rectal con sangre y / o mucosa e incontinencia fecal o estreñimiento. Se clasifica en completo e incompleto dependiendo si hay afectación única de la mucosa o si compromete toda la pared rectal. (4) En la literatura se han descrito innumerables técnicas para el manejo del prolapso rectal, que se basan en la corrección de los desórdenes anatómicos asociados con esta enfermedad. Aunque en términos generales no existe consenso sobre cual procedimiento es mejor, la mayoría de los autores se inclinan por procedimientos abdominales en el paciente de riesgo normal, reservando las técnicas perineales en pacientes seniles de alto riesgo. (5) El objetivo del tratamiento quirúrgico es corregir el prolapso, pero además restaurar la función incorrecta sin inducir efectos deletéreos. Para ello, no existe ninguna técnica universal e infalible, ya que el prolapso rectal es un síndrome que reúne entidades anatema-clínicas de diferente patogenia
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