| Sumario: | La mayoría de las muertes maternas son evitables y generalmente son el resultado de las principales complicaciones obstétricas directas (hemorragia, ruptura uterina, distocia, eclampsia) y las complicaciones indirectas (VIH, malaria). La mayoría de las complicaciones obstétricas directas pueden ser tratadas por un paquete de ocho intervenciones identificadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y las Naciones Unidas para la Población (UNFPA) que, en conjunto, se conocen como atención obstétrica de urgencia (AOU). 1). Antibióticos y 2). Oxitócicos por vía parenteral; 3). Anticonvulsivantes parenterales para la hipertensión inducida por el embarazo; 4). Extracción Manual de la Placenta; 5). Extracción de productos retenidos de la concepción; 6). Parto Vaginal instrumentado; 7). Reanimación Neonatal; 8). Cirugía (por ejemplo: cesárea); y 9) Transfusión sanguínea. (Pineda., 2020) A pesar de que la cesárea es considerada un procedimiento quirúrgico empleado para salvaguardar la salud de la madre y el feto, las complicaciones asociadas a esta cirugía esta entre el 12 y 15% dentro de las principales podemos mencionar: Infección de sito quirúrgico, procesos tromboembólicos y hemorragia, por lo que sólo se le debe realizar en casos donde exista una contraindicación de parto vaginal. (Gaguancela., 2021). Sin embargo, también puede conllevar a un aumento del gasto del presupuesto nacional de salud y los riesgos de morbi-mortalidad materna severa pueden llegar a triplicarse al terminar el embarazo por esta vía. (Ramírez., 2020) Palabras claves: cesárea primitiva, embarazo, madre, feto
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