Sumario: | Las complicaciones quirúrgicas se definen como cualquier alteración con respecto al curso previsto en la respuesta local o sistémica de un paciente llevado a cirugía (Argüello-Argüello, 2012). La tasa de mortalidad operatoria en las intervenciones ginecológicas es baja, inferior al 1%, Sin embargo debemos individualizar a cada paciente ya que según las técnicas de abordaje utilizadas estos porcentajes pueden variar (Recari, 2009). La tasa de complicaciones asociadas a la cirugía según la técnica empleada varía entre el 0,2 y el 26%. Las complicaciones más frecuentes de la cirugía ginecológica están relacionadas con el daño visceral y vesical principalmente seguido de lesión a grandes vasos pélvicos. Son más frecuentes en la cirugía oncológica o cuando la anatomía está distorsionada debido a infección o a endometriosis. El factor más importante que determina el éxito de su tratamiento, es el reconocimiento precoz de las complicaciones. Por ello, es tan importante la observación sistemática y cuidadosa del post-operatorio, particularmente: pulso, presión sanguínea, función respiratoria, temperatura, diuresis, paraclínicos (Recari, 2009). El avance científico nos permite plantear pautas terapéuticas variadas para las patologías que afectan a las usuarias en la red SERMESA, sin embargo debemos de tomar en cuenta que cada procedimiento quirúrgico conlleva una serie de aspectos clínicos, de técnica quirúrgica a emplear; todo ello determinado en dos aspectos iniciales el tipo de patología que afecta a los pacientes y los antecedentes tanto quirúrgicos como patológicos asociados. Las complicaciones postoperatorias son indeseables y potencialmente comunes en la creciente población de pacientes quirúrgicos. Hay una escasez de estudios dentro de la red de servicios, por ello nos hemos planteado identificar las complicaciones de las cirugías ginecológicas realizadas en Hospital SERMESA Masaya en un periodo de 3 años. Tomando en cuenta que en esta sede no existe un estudio realizado para valorar esta temática
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