| Sumario: | La tesis Identidades en movimiento; café, cultura y turismo en el triángulo de oro del café, entre las postrimerías del siglo XIX e inicios del siglo XXI, es una contribución al entendimiento del territorio desde el enfoque regional, pero en particular de las construcción del tejido social y su relación con el entorno que generan sentido de identidad, que es primordial para lograr los objetivos comunes de la región. La finalidad del trabajo es fundamentar los movimientos en la identidad regional del Triángulo de oro del café y su relación con la actitud hacia el desarrollo del turismo en la actualidad. La unidad de análisis –como es evidente- fue la región del Triángulo de oro del café; que se ubica en la parte alta de la meseta caraceña (departamento de Carazo, Nicaragua) entre los municipios de Jinotepe, Diriamba y San Marcos. El diseño de investigación es secuencial derivativa, realizada en dos fases. La primera fase de carácter cualitativa, en la cual se utiliza el método de la ecología cultural del antropólogo Julian Stewart (1955) para debelar los procesos de construcción de la identidad y el territorio regional a partir de la alteración de sus elementos ecológicos y culturales; la revisión documental, la observación participante y las entrevistas fueron fundamentales. La segunda fase, fue cuantitativa, en la que se retoma la identidad regional del primer estudio como variable independiente, por lo cual, la precisión teórica y la encuesta se convirtieron en instrumentos indispensables. Entre los resultados de la tesis destaca el conflicto y la negociación de los espacios territoriales, sociales y simbólicos en la construcción de la identidad regional y la importancia de ésta como elemento del desarrollo regional. En el caso de la región en estudio, desde mediados del siglo XIX, la propiedad sobre la tierra, la fuerza laboral y el café fueron los elementos de negociación entre los interlocutores cafetaleros y los pueblos originarios. Solo un siglo más tarde estos elementos se reconfiguraban, el café se re-significa como marca turística, la fuerza laboral que es libre y la tierra que ya está ocupada pasan a un segundo plano para destacar aquellos elementos que representan en la actualidad a sus pobladores, específicamente a los actores del turismo: el clima, la historia, la cultura y las tradiciones, al margen de su limitado desarrollo económico y progreso.
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