Sumario: | Durante los últimos veinte años, Costa Rica ha experimentado un aumento significativo en su dinámica migratoria, ocasionado por los constantes desplazamientos realizados por miles de nicaragüenses que año con año, deciden abandonar su patria, en búsqueda de mejores oportunidades que les permitan obtener calidad de vida. Dicho fenómeno trae consigo implicaciones sociales, culturales y económicas, las cuales a su vez demandan cambios en las tareas del quehacer educativo, debido a la falta de aceptación y a la manifestación de conductas xenofóbicas por parte de los y las estudiantes costarricenses en relación a la población de llegada, situación que se ha apoderado de la Escuela Santa Rosa de Poás y que lamentablemente se sigue expandiendo como un mal social en la mayoría de los centros de enseñanza del país. La inclusión educativa del estudiantado originario de Nicaragua, debe ser un tema de urgencia en los programas de las escuelas y colegios costarricenses, debido a la función socializadora de la educación, que implica no sólo la integración social de los individuos sino el derecho de acceso a la educación, a una educación justa e intercultural, que les proporcione igualdad de oportunidades, en la cual puedan sentirse parte activa del proceso de enseñanza aprendizaje, dejando de lado las brechas sociales y los conflictos étnicos que les impiden desarrollar al máximo sus potencialidades físicas, intelectuales y socio afectivas.
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