| Sumario: | Ante la metodología de control interno establecida por el Estado costarricense para intentar erradicar o disminuir al máximo los errores, las omisiones y los actos de corrupción en sus procesos internos, y conforme a la pluralidad de situaciones en donde ha quedado demostrado que estos enfoques no han sido lo suficientemente sólidos para lo requerido por una nación que aspirante a lograr niveles de calidad que a lo macro la impulsen al primer mundo; se vuelve imperante realizar un análisis profundo sobre las dinámicas impuestas, su aplicación, su efectividad y la forma en que estas pueden ser potenciadas. Contextualizando, en la estructura funcional de la Caja Costarricense de Seguro Social existen a lo interno dos unidades de suma importancia: una desde el punto de vista del control interno, denominada Auditoría Interna (AI), y otra, desde la visión del control y mejora de los servicios finales de salud, llamada Contralorías de Servicios de Salud (CSS). De acuerdo con el área de gestión de recursos humanos de la CCSS, la AI cuenta con 125 profesionales, 21 técnicos y 4 secretarias. Por su parte, la DICSSS dispone de 89 profesionales, 7 asistentes administrativos y 2 secretarias. Lo anterior resalta la importancia de que estos colaboradores sean aprovechados de forma efectiva y, por ello, se debe maximizar la capacidad institucional de responder pertinentemente a las oportunidades de mejora o ante los riesgos de actos ilícitos por falta de una fiscalización más sólida, mejor planificada y con mayor respaldo de la alta gerencia. El producto que se puede obtener como consecuencia de la vinculación y la potenciación de la eficiencia y la eficacia en los entes de fiscalización fundamento de esta investigación es la mejora de los servicios que brinda la CCSS a lo largo y ancho del país.
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