Sumario: | Los ecosistemas desarrollados debajo de las barreras de hielo han estado aislados de la atmósfera por miles de años y permanecen en gran medida desconocidos hasta el presente. Una de las regiones más activas al respecto es el este de la Península Antártica donde varias barreras de hielo han ido desapareciendo en los últimos 100 años, en un gradiente de norte a sur. El evento más reciente fue el desprendimiento de un témpano gigantesco de 5.800 Km2 de la barrera Larsen C, denominado A68, el 12 de julio de 2017. Una vez que la barrera de hielo desaparece, las aguas subyacentes se encuentran expuestas a la atmósfera en condiciones para sostener crecimiento del fitoplancton. El carbono orgánico producido puede a su vez alimentar zooplancton y bentos y mantener una trama trófica marina. De esta manera, áreas previamente no productivas pueden ahora absorber dióxido de carbono y contribuir a la absorción del mismo por aguas oceánicas.
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