Sumario: | Le doy, i oh, ¡caminante!, cuando la sed te abruma, –el agua dijo alegre– frescura a tu garganta, refresco de las aves la seda de su pluma y en las riberas mías yo bordo con mi espuma tejidos de colores cuando mi lira canta. Soy grito y soy arrullo, quietud y movimiento, arrumbo a las llanuras para buscar descanso, retozo entre las quiebras y canto con el viento, reflejo en mis cristales el vasto firmamento acorto mi carrera tomándome remanso. Yo soy el alma errante que alegra la llanura, yo tengo regocijos, también alzo querellas; con saltos de gimnasta desciendo de la altura bañando el musgo verde que alfombra la espesura tiembla en mis entrañas la luz de las estrellas.
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