Sumario: | Desde su época de estudiante en la Universidad de Costa Rica era la compañera esforzada y conciliadora que imprimía positivismo al grupo de compañeros que compartimos los cursos. Años más tarde, como profesional forestal, mamá de dos hijas y en espera de otro niño, el destino la coloca en la naciente Escuela de Ciencias Ambientales (EDECA)de la Universidad Nacional; ella aporta su conocimiento a los equipos interdisciplinarios con los que se motivaba a los estudiantes de primer ingreso a carrera, lo que implicaba planear las salidas de campo a diversas zonas del país como parte de ese proceso de inducción; ¡cómo disfrutábamos y aprendíamos unos de otros! Con gran entusiasmo integra el equipo que la EDECA organiza para que semana a semana se viaje a Villa Neilly, a impartir los primeros cursos formales de capacitación a docentes en Educación Ambiental.
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