| Sumario: | Metodología: Se realizó un estudio descriptivo transversal con 133 individuos (21,8 por ciento varones y 70,6 por ciento mujeres) incluidos 24 profesores y 109 estudiantes con edades comprendidas entre 11 y 17 años, del Colegio Bilingüe de Cerro Viento, Panamá. Se recolectó información sobre hábitos y consumo de alimentos mediante un cuestionario previamente validado; encuesta de patrón de consumo semanal y preferencias alimentarias de selección múltiple. Resultados: El consumo de lácteo entero (60 por ciento) fue mayor que el descremado para ambos sexos. A mayor edad, mayor consumo de lácteos descremados. El consumo diario y semanal de vegetales y frutas fue mayor en las mujeres. Respectivamente 21 por ciento y 42 por ciento de la muestra consumió vegetales y frutas diariamente; los estudiantes reportaron menor consumo. Los profesores evitaron más comer frituras, sólo el 23,3 por ciento de la población indicó evitarlas. El 83 por ciento de la población consumió comida chatarra una vez o más semanalmente. Los estudiantes de 13 a 14 años reportaron mayor consumo de snacks, galletas y golosinas; la mayor parte de la muestra (61 por ciento) indicó una frecuencia diaria de 1 a 2 veces éstos alimentos siendo las mujeres (30 por ciento) las de mayor consumo. El 4 por ciento de la muestra no desayuna y el 2 por ciento no merienda. La mayoría desayunó en casa (53 por ciento) y compró la merienda en el colegio (45 por ciento). Las preferencias alimentarias fueron pan y frutas para el desayuno (64,7 por ciento); emparedado y néctar de fruta para la merienda (64,7 por ciento). Los patrones dietéticos mostraron un mayor consumo de empanada para la merienda (52 por ciento) y pan para el desayuno (94,7 por ciento). El patrón de consumo de la población en el desayuno incluyó pan, queso, bebida de frutas, jamón, leche, cereal, salchicha y huevo. En la merienda: bebida de frutas, gaseosas, empanadas, cheesewis, emparedados, galletas y caramelos. Conclusión: En la mayoría de la población, los hábitos alimentarios se consideraron incorrectos y las preferencias fueron nutricionalmente adecuadas.
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