Sumario: | Los suelos agrícolas que están sometidos a la mecanización continua, al monocultivo, al riego, a la aplicación de agroquímicos, a fertilizantes de síntesis, a la compactación y a las quemas, tienen una flora microbiana muy baja que afecta su fertilidad. El suelo utilizado para la agricultura debe reunir una serie de condiciones para que la siembra sea efectiva, en específico el suelo cañero que es sometido a la quema intensiva después de cada sembradío. El muestreo del suelo cañero se realizó en dos secciones denominadas entresurco y camellón respectivamente. Se colectaron 24 muestras antes de la quema del suelo y 24 después de ésta a profundidades de 0-12 cm, 12-25 cm, 25-37 y 37-50 cm. Utilizando placas Petri con Agar Nutritivo, Agar Glicerol-Caseína y Agar Papa Dextrosa enumeramos microbiológicamente tres grupos: bacterias, actinomyces y hongos. Adicionalmente, determinamos la respiración microbiana y la actividad de la deshidrogenasa para cada una de las muestras. Calculamos el índice de actividad microbiana (IAM) como la diferencia entre la actividad de la deshidrogenasa y la materia orgánica. Se determinó una mayor presencia de bacterias, actinomyces y hongos antes de la quema y su número fue mayor en la profundidad de 0-12 cm. La actividad de la deshidrogenasa fue mayor después de la quema que antes de ésta, esto puede deberse a un error en los cálculos o a una mezcla en las muestras colectadas. Se determinó que la actividad microbiana tanto la respiración microbiana como la actividad de la deshidrogenasa en el suelo cañero antes de la quema fue mayor que después de la misma. El IAM calculado debía estar en un rango de 0.5 a 22.0, se determinó que éste índice fue mayor antes que después de la quema con un valor de 10.36, éste está dentro del rango establecido. Considerando como base nuestros resultados podemos indicar que los procesos a los que son sometidos los suelos utilizados para la siembra de caña específicamente la quema traen consigo la pérdida de la microbiota presente, pues es beneficioso para el suelo tener la presencia de dichos microorganismo para su estabilidad ecológica.
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