Sumario: | Pocas veces han logrado conjugarse en la poesía venezolana textos irónicos y sugerentes, eróticos y comprometidos políticamente. Víctor Valera Mora es único por esa forma de reivindicar la poesía y la lucha. Cada uno de nosotros, como lectores, puede encontrar aquí algún verso revelador y llevado como una carta bajo la manga. Imágenes que alucinan o sorprenden, evocadoras o contestararias, indicándonos que El Chino, como querida y popularmente se le conoce, habló de un país que siempre tuvo presente la rebelión y la dulzura. En esta obra el poeta no evade la intimidad más espontánea y preocupante, y quiere que el lector lo reconozca como un hombre enamorado y atolondrado pero también, quizás, como el cantor de una gesta, el cantor de una transformación social y del lenguaje.
|