Sumario: | El desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México es resultado de una obra extraordinaria y sostenida, llevada a efecto por múltiples generaciones. A partir de su apertura como Universidad Nacional en 1910, esa ha sido su historia. Cada vez un esfuerzo germinal, todo el tiempo resolviendo la aparente contradicción que marcan el cambio y la consolidación, la tradición y la modernidad. Los grandes principios que dan origen a la Universidad de México se han mantenido vigentes y se han acrecentado. A la convicción de Justo Sierra de ´mexicanizar el saber´ y de acercar el conocimiento a la solución de los problemas nacionales se incorporan posteriormente, con toda fuerza, los de autonomía, libertad de cátedra y de investigación, pluralidad, tolerancia, uso del diálogo y la razón en la resolución de los diferendos, calidad y compromiso social. La nuestra es una comunidad orgullosa de su pasado y comprometida con el futuro. Trabajamos hoy gracias a dos impulsos: el de la historia y el del porvenir. Cuando formamos estudiantes, cuando planteamos problemas de investigación, cuando difundimos la cultura y el saber que se atesora en nuestra institución, tenemos claridad en las razones, las necesidades y los compromisos con la Nación. También es cierto que en la Universidad tenemos ese raro privilegio de reunir campos diversos como las artes, las humanidades o las ciencias, de contar con la posibilidad de preparar a un profesional en cualquiera de 82 diferentes campos del saber, de tener la confianza de nuestra sociedad que nos ha hecho depositarios de servicios y colecciones nacionales de valor e importancia incalculables. La Universidad de México ha logrado conjuntar buena parte del talento y el ideario nacionales. Su trayectoria multicentenaria le ha permitido atesorar bienes, valores y principios que engrandecen el patrimonio nacional. Por eso ha sido y es la Universidad de la Nación, la Universidad de todos los mexicanos. Una más de sus características distintivas es su capacidad para conjuntar espacios y arquitectura, belleza y funcionalidad. Un ejemplo notable de todo esto es la CU, Ciudad Universitaria, el campus del Pedregal, el más grande de los que pertenecen a nuestra Casa de Estudios.
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