Silfos y Sílfides, elementales del aire, como tema de inspiración

Detalles Bibliográficos
Autor principal: De Ycaza, Irma (autor)
Formato: Tesis Libro
Lenguaje:Spanish
Materias:
Tabla de Contenidos:
  • Dicho trabajo consta de dos capítulos: En el capítulo uno: presento la parte filosófica e histórica de los cuatro elementos y los seres que los conforman descritos por Paracelso, el cual se le atribuye, la teoría de los cuatro elementos (tierra, fuego, aire y agua), pertenecían a criaturas fantásticas, que existían antes del mundo. El Arquetipo del Universo y Elementales Constructores, El elemento tierra, con los elementales llamados gnomon. El elemento agua, con los elementales, llamados ondinas, nereidas, nayades, oceánides, potámides, xanas y tritones. El elemento fuego, con los elementales llamados salamandras, diones y rucas. El elemento aire, con los elementales llamados silfos y sílfides, hadas y nuberos. En el capítulo dos, presento la metodología, composición estructural, explicación del color, micas utilizadas, estilo de las obras y dimensiones usada, en las pinturas aquí presentadas. En la sección de anexos, presento las fotografías de mis pinturas, con sus bocetos y las diferentes fases con que fueron elaboradas dichas obras. Se adiciono un glosario adecuado, para mejor interpretación y conocimiento de los términos usados, en este trabajo. Al final del trabajo, incluyo una bibliografía y agrego la biografía de Paracelso. Todos nos identificamos por el tipo de aire o atmosfera al que estamos expuestos. Dejamos huellas de nuestro ser en el aire, allí donde vamos. Las palabras que pronunciamos, los pensamientos que formulamos y las actitudes que asumimos afectan la atmosfera. Cuando estamos inspirados, estamos conectados con el aliento de lo divino. Aprender a revirar con una actitud definida y meditativa es una forma de traer a la existencia todas las cosas bellas. A través del aire, se conduce el sonido y la música. Los seres del aire nos Sudan a comprender este elemento, liberando nuestra expresión del aliento divino. Nos ayudan a desarrollar una actitud más mística hacia la vida. A reconocer aires de cambio. Desde pronosticar el tiempo, hasta cualquier cosa que pueda ocurrirnos en la vida. Las fuerzas de la naturaleza son un espejo de los pensamientos y sentimientos del ser.