| Sumario: | En el 2013, la sepsis ha sido denominada la patología más costosa en los hospitales de Estados Unidos, con un valor de más de 24 mil millones de dólares cada año. Y se estima que aproximadamente a nivel mundial se registran de 20 a 30 millones de casos con algún cuadro de sepsis y el 30 % de estos llevan a la muerte. Un buen diagnóstico lleva consigo el desarrollo de técnicas de laboratorio eficaces, avaladas por controles de calidad que aseguren que la metodología aplicada esté dentro de los rangos establecidos. Debido a este importante punto, se considera que el hemocultivo es un examen crítico que requiere monitorización minuciosa con respecto a la calidad con que el proceso es realizado. En el Hospital Santo Tomás no se llevan registros de control de calidad en cuanto a hemocultivos se refiere, por tal motivo se consideró a esta institución objeto de estudio para la evaluación de tres indicadores de calidad; los cuales fueron: concordancia de la tinción Gram con la identificación final, botellas con volumen adecuado de sangre inoculada y posibles contaminantes en botellas de hemocultivos positivos. Para evaluar el porcentaje de concordancia de la tinción Gram con la identificación final de hemocultivos positivos desde julio a septiembre de 2017 en el Hospital Santo Tomás, obteniendo 92.5% de concordancia. Para evaluar el porcentaje de las botellas de hemocultivos con volumen adecuado de sangre inoculada se pesó un total de 352 botellas reportadas como negativas, obteniendo 26.4% de volumen óptimo, 71.9 % de volumen escaso y 1.7% de volumen excesivo. Para evaluar el porcentaje de posibles contaminantes de hemocultivos positivos en sangre periférica se tomó aquellos hemocultivos de sangre periférica positivos cuya identificación final registró un microorganismo considerado posible contaminante, obteniendo 3.8% de posible contaminación. Al finalizar este estudio, los resultados obtenidos se encontraron por debajo M umbral recomendado por la CLSI (Clinical and Laboratory Standars Institute), lo cual consideramos que se ven afectados por la falta de un protocolo específico que incluya desde la cantidad adecuada de sangre según peso del paciente hasta los reportes completos, al validar los resultados.
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