Sumario: | El patriarcado del salario. Críticas feministas al marxismo (2018) de Silvia Federici es la última entrega en español de la autora ítaloestadounidense. Este libro corresponde a la recopilación de una conferencia y tres ensayos producidos entre el 2014 y el 2017 cuyo punto de encuentro es una crítica y rescate sobre diferentes planteamientos marxistas. La propuesta es un feminismo que se plantee desde Marx pero que no se detenga ahí, sino que se lo utiliza como plataforma de despegue para generar otros tipos de reflexiones sobre el pasado, presente y futuro de la historia misma. Antes de entrar en la especificación de los conceptos de Marx que la autora rescata, es necesario entender que el feminismo planteado por Federici corresponde a un “movimiento de liberación y de cambio social, no solo para las mujeres sino para toda la sociedad” (11). Su objetivo es la abolición de las divisiones basadas en raza, género, edad, clase u otras segmentaciones creadas y mantenidas por la reproducción de los valores capitalistas. No estamos hablando de una lucha entre géneros o razas, sino de una lucha contra las opresiones del machismo o el racismo, entre otras. Por lo tanto, es necesario entender que el acercamiento de la autora a Marx es desde el rescate y la crítica constructiva. El feminismo necesita de lo propuesto por Marx y, al mismo tiempo necesita deconstruirlo, este es el ejercicio por excelencia del movimiento feminista, develar aquello que está oculto en las naturalizaciones sociales, incluso o especialmente, en las ideologías detrás de ellas. A modo de conclusión, entender la importancia de la obra de Silvia Federici El patriarcado del salario se refiere a los despuntes del poder que recaen en la configuración del salario. No estamos hablando solo de una remuneración material para las llamadas “amas de casa”, sino de una relectura del sistema completo. Si desnaturalizamos el rol de la mujer en el espacio doméstico, podemos pensar todo un sistema de relacionarnos basado en una visión del capitalismo como elemento divisor de la humanidad –no como puente hacia el progreso, como lo planteaba Marx–. Este tipo de relecturas y cuestionamientos de las teorías marcan la pauta para las modificaciones de lo cotidiano ya que se articulan desde ahí. Si miramos lo que sucede día a día en la sociedad podemos repensar términos como capitalismo, comunismo, mujer, hombre, negra o todes y, es en este ejercicio, en la llamada “traducción cultural” donde podemos realmente movernos hacia aquella igualdad que, ya entendimos, el capitalismo está lejos de entregarnos
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