Sumario: | La palabra masaje tiene una representación clara en la mente de cada persona. Cuando escuchamos o leemos podemos imaginarnos recibiendo unas agradables caricias o buen amasamiento, o algunos golpeteos en todo nuestro cuerpo. El masaje tiene una historia que se remonta a miles de años. El masaje era una parte importante de la actividad humana y estaba considerado como una forma de curar o trata, y se usaba en culturas o pueblos antiguos como los chinos, egipcios, indios, romanos, entre otros. No resulta difícil imaginar al hombre primitivo reaccionando de forma casi instintiva con actuaciones como el frotamiento de una zona adolorida. El masaje es tan antiguo como el hombre, probablemente más si consideramos fricción, frotación, como técnicas que utilizan los animales para autotratarse, ante un golpe nos frotamos, friccionamos sobre una zona contusionada inconscientemente para disminuir el dolor, sabemos por ciencia y por conciencia que el masaje cura y nuestros antepasados también lo sabían. Los fundamentos fisiológicos del masaje comenzaron a despertar interés en Europa a finales del siglo XIX. Se demostró que el masaje en personas sanas le devolvía a los músculos su capacidad de contracción cuando están agotados, sin embargo, el reposo sin masaje contribuye muy poco a la recuperación de la fuerza. También se demostró que bajo la influencia del masaje se disminuye el peso corporal y aumenta la fuerza muscular.
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