| Sumario: | La transfusión de sangre es una medida terapéutica ampliamente utilizada con el fin de restablecer la salud de un paciente por medio de la administración de elementos sanguíneos celulares o plasmáticos, por este motivo podemos considerarla como un elemento valioso e irremplazable. El Banco de Sangre juega un rol fundamental en el proceso de transfusión sanguínea, ya que es responsable de garantizar la seguridad transfusional, en todas y cada una de las etapas, desde el proceso de donación hasta la transfusión final del hemocomponente en el paciente que así lo requiera. La importancia de una transfusión segura radica en evitar reacciones adversas como consecuencia al proceso, ya sea la transmisión de enfermedades infecciosas o el desarrollo de reacciones transfusionales. Entre los exámenes realizados para garantizar la seguridad del paciente que recibirá una transfusión se encuentra la determinación del tipaje ABO/Rh directo e inverso y el fenotipo para los antígenos de los sistemas Rh y Kelt, ya que los anticuerpos contra estos antígenos son clínicamente significativos, capaces de producir reacciones transfusionales severas, incluso con consecuencias fatales para el paciente. Además de estos existen otros sistemas de grupos sanguíneos que son de importancia en la transfusión como lo son el Kidd, Duffy y M, N, S y que a menudo suelen fenotiparse, si se identifica que el paciente presenta anticuerpos de estos grupos. Mediante estudios de prevalencia de antígenos eritrocitarios es posible conocer con qué facilidad podría encontrarse hemocomponentes compatibles de acuerdo con el requerimiento del paciente. Para esto utilizamos datos de donantes provenientes del Instituto Oncológico Nacional y se utilizaron análisis estadísticos.
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