| Sumario: | ... La protección al patrimonio, más que como un capricho debe ser vista como un paso más para la planificación patrimonial de toda persona, pues con ella no solo defendemos nuestros bienes personales de aquellos vaivenes del futuro, sino que también garantizamos un futuro a nuestros seres queridos. La protección patrimonial le permite a una familia el acto de poder soñar con tener un negocio sin el temor de perder los bienes que tanto le han costado conseguir, la protección patrimonial a largo plazo se convierte en un arma fundamental, pues por un lado proteges los bienes con los cuales empiezas el negocio, por otro los bienes familiares y a parte los bienes personales, es como el que tiene diferentes cuentas de ahorro y no mezcla una con otra para no gastárselo, de la misma manera podemos ver a una persona utilizando más de un método patrimonial o incluso varios de uno mismo, haciendo que sus cuentas, y bienes estén protegidos los unos de los otros y dando menor probabilidad de fracaso con respecto a los demás proyectos mientras a su vez sus hijos pueden dormir tranquilos que en ningún momento vendrán a desalojarlos debido a que en una mala jugada comercial la casa fue arrebatada de sus bienes personales. El hecho de que el fracaso empresarial esté castigado con la pérdida total del patrimonio presente y futuro es antieconómico porque amputa la iniciativa empresarial y alimenta la economía sumergida."' Pero por supuesto las posibilidades que nos brinda la protección al patrimonio no duermen allí, pues nos facilitan mil y una situaciones de la vida diaria, como podría ser un traspaso de bienes en herencia de manera más sencilla, un desafortunado divorcio o incluso el intento mal intencionado de persona con respecto a bienes de cada uno. Por supuesto la protección al patrimonio a pesar del pensamiento común que categoriza dicha práctica como una práctica elitista, no puede estar más alejada de la realidad, donde técnicamente se hace indispensable para todas las personas que planean vivir en sociedad. Es muy importante poder señalar el punto y saber dividir de manera muy importante el momento en que la actividad de protección al patrimonio se transforma en un fraude a los acreedores, pues por supuesto por la naturaleza de la misma se presta para hacer un uso mal intencionado de la protección, donde la misma pasa de proteger un patrimonio a realizarse una ocultación de mala fide, ya sea el mismo para ejercer un fraude o para el blanqueo de capital, por supuesto este es un tema extenso de lo más interesante, el cual abarcaremos en el estudio de estas figuras, pues como ya hemos comentado la misma vive dentro de una dualidad jurídica y es necesario un estudio y comprensión de la misma para poder comprender sus innumerables cualidades y por supuesto sus límites.
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