Balboa vuelve al Pacífico : crónica áurea /

Balboa vuelve al Pacífico no sólo narra la más grande y trágica épica de la conquista y colonización de América sino que, sobre la sólida base de los documentos, descorre velos sobre hechos desconocidos y liderazgos, tal como si el mismo protagonista regresará hoy a legitimar su lugar. La f...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Pérez Pardella, Agustín (autor)
Formato: Libro
Lenguaje:Spanish
Publicado: Buenos Aires : Grupo Editorial Planeta S.A.I.C., ©2004
Edición:1ᵃ edición.
Colección:Autores españoles e iberoamericanos
Materias:
LEADER 06918cam a2200337 i 4500
003 PA-PaUSB
005 20250718154545.0
006 a|||||r|||| 00| f
007 ta
008 250613s2004 ag ab||| |||| 00| f spa d
020 |a 9504912354 
040 |a Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Panama 
082 0 4 |a A 863.6  |b P41  |2 21 
100 1 |a Pérez Pardella, Agustín  |e autor  |9 233417 
245 1 0 |a Balboa vuelve al Pacífico :   |b crónica áurea /  |c Agustín Pérez Pardella. 
250 |a 1ᵃ edición. 
264 4 |a Buenos Aires :  |b Grupo Editorial Planeta S.A.I.C.,  |c ©2004 
300 |a 288 páginas :  |b ilustraciones, mapas ;  |c 23 cm. 
336 |2 rdacontent  |a texto  |b txt 
337 |2 rdamedia  |a sin mediación  |b n 
338 |2 rdacarrier  |a volumen  |b nc 
490 0 |a Autores españoles e iberoamericanos 
505 2 |a Capítulo I. Por mandamiento de mi Rey y señor natural, yo. Enciso, "certifícoos que con la ayuda de Dios entraré poderosamente contra vosotros, y os haré guerra por todas partes y maneras que yo pudiere". -- Capítulo II. "Dejemos estas cosas mortíferas, donde el mar, la tierra y los hombres nos rechazan". -- Capítulo III. Si me prestáis atención, no moriremos bajo las flechas ni seremos comidos por ellos". -- Capítulo IV. Antes de salir a matar, uno no debe olvidar que también se suele morir. -- Capítulo V. Donde baila la emoción suele cojear la razón, y el sueño se convierte en esa muerte a rato que nos concede el descanso. -- Capítulo VI. Penúltima escena del delirio por el poder de la antigua. Nicuesa, al fin, contra sí mismo. -- Capítulo VII. Prestare obediencia a quienes me la deben, porque espero que más adelante Dios y la ley me la retornen por el mismo camino que ahora la ofrezco. -- Capítulo VIII. Arremeteremos contra ellos aunque sean tantos que contarse no se pueda. -- Capítulo IX. Arremeted contra ellos y os hartareis de oro y de esclavos. -- Capítulo X. La primera escena cultural de mestizaje en América, todavía lejos del arcabuz y la distancia del caballo. El encuentro de las lenguas para una pausa de siglos de espada y pólvora. -- Capitulo XI. A unos seis días de nuestro país encontraréis más oro que hierro tenéis en Vizcaya. -- Capítulo XII. Y que no se maldigan nuestros actos como los de aquellos que terminaron con más oro para ver salud para poder tomarlo. -- Capítulo XIII. "Porqué él, Nuestro Señor; se ha servido de mi mano primero que de la de otro". -- Capítulo XIV. La inesperada defensa natural de una isla, los pescadores arbóreos y el inhallable templo de oro. -- Capítulo XV. Fulvia y Anayansi: cuando el amor y la lengua pueden más que el oro y el odio. -- Capítulo XVI. Hacia la primera "probanza" humanista y literaria del Nuevo Mundo y la aparición de dos apellidos para empedrar el infierno. -- Capítulo XVII. Comentarios y fragmentos de la tercera carta enviada por Balboa a don Fernando de Aragón, regente de Castilla. -- Capítulo XVIII. A pesar de la Bula donación del Papa marrano, del sabio discurso político y religioso sobre la esfericidad de la Tierra, y de cuanto sale y pende de biblias y bibliotecas, aquí entre nos, cuando huelga la razón, puñaladas que no dais son puñaladas que os darán. -- Capítulo XIX. Pedro Arias de Ávila, más conocido por Pedrarias, y la "armada espléndida" con dos mil hombres a bordo para llegar a la "otra mar" y tomar posesión de sus aguas la somnolienta demora en Sevilla. -- Capítulo XX. Quarequá guerrero, Quarequá del pecado nefando, Quarequá la cumbre de la gloria. --Capítulo XXI. "Vivan los altos y poderosos monarcas, don Fernando y doña Juana, soberanos de Castilla y León y Aragón, en cuyo nombre y por la corona real de Castilla, me encargo y tomo posesión efectiva, real y corporal, de estos mares y tierras y costas y puertos e islas del sur, con todo lo que a ello pertenezca; y de los reinos y provincias en ellos existentes, o que en lo sucesivo puedan existir". -- Capítulo XXII. Los cientos noventa descubridores del Mar del Sur regresan a la Antigua por otros caminos, y los dos mil hombres de la "armada espléndida" navegan hacia la Antigua para alcanzar la "otra mar" con licencia real. Ni aquéllos esperan a éstos ni éstos saben de aquéllos. -- Capítulo XXIII. Pedro Arias de Ávila, Pedro Arias, o simplemente Pedrarias, capitán general de la armada y gobernador de Castilla del Oro, acaba de llegar de España, con su flota y pide por vos, su servidor. -- Capítulo XXIV. Todos los españoles que habían llegado al Nuevo Mundo eran leales al Rey, pero no todos estaba autorizados a demostrarlo. Sólo la muerte seguía de largo ante semejante omnipotencia del poder. -- Capítulo XXV. Entre la Antigua y la Corte cartas van y cartas vienen, mientras casan a Balboa y el Rey Fernando se muere. Y en lo que aquí está pasando "toda la villa es culpante". -- Capítulo XXVI. Acla: glorificación, maleficio y desaparición. -- Capítulo XXVII. De mar a mar con dos barcos y el astillero al hombro. Los gusanos devoradores de quillas y el tercer talado de la selva convertido en flota; y quien sobreviva para contarlo que se ponga a resguardo de la burla, pues nadie le creerá. -- Capítulo XXVIII. "Busque por acá en qué se le haga merced." Verano y otoño en Sevilla, año de 1590, mientras los jueces de comisarios se holgaban "de haber desfecho entuertos y satisfecho agravios", y las alusiones a las batallas de Lepanto languidecían en la memoria del poder.  
520 3 |a Balboa vuelve al Pacífico no sólo narra la más grande y trágica épica de la conquista y colonización de América sino que, sobre la sólida base de los documentos, descorre velos sobre hechos desconocidos y liderazgos, tal como si el mismo protagonista regresará hoy a legitimar su lugar. La figura de Balboa adquiere una dimensión heroica cuando, por sí mismo y sin ser enviado de la Corona, se lanza al descubrimiento del Pacífico, y en todo momento impone a sus hombres una conducta cultural a través de la lengua y el amor. Balboa vuelve al Pacífico honra a un tiempo la verdad histórica y el idioma. Esta novela, finalista del Premio Planeta 2003, es también una aventura del lenguaje: sin arcaísmos, Pérez Pardella recrea las pedagogías sonoras del español de las crónicas, desplegando una vez más su arte narrativo. --   |2 Tomado de la contracubierta. 
600 1 4 |2 LEMB  |9 164606  |a NUÑEZ DE BALBOA, VASCO,  |d 1475-1519  |v NOVELA 
650 7 |2 LEMB  |9 164020  |a NOVELA HISTORICA ARGENTINA 
650 7 |2 LEMB  |9 156614  |a AUTORES ARGENTINOS 
942 |2 ddc  |c BK 
990 |a ED/yo 
999 |c 392654  |d 392650 
952 |0 0  |1 0  |2 ddc  |4 0  |6 A_863_600000000000000_P41  |7 0  |8 CG  |9 441631  |a 21  |b 21  |c 17  |d 2025-06-13  |e obsequio  |o A 863.6 P41  |p 00264842  |r 2025-06-13  |t e.1  |w 2025-06-13  |y BK