| Sumario: | Por estas páginas defilan las luminosas reflexiones del sabio Valle, las memorables enseñanzas aprendidas por Morazán en sus luchas por mantener la unidad centroamericana, las preocupaciones de Herrera por ordenar el naciente Estado hondureño, los deseos de don León Alvarado para que los extranjeros conocieran las riquezas minerales nacionales y vinieran a explotarlas, las dudas y vacilaciones de Uclés sobre si nuestro destino estaba unido o no a los Estados Unidos, o las luminosas anticipaciones de don Célio Arias en su deseo por humanizar al Estado y ponerlo, de alguna manera, al servicio de los ciudadanos. Desde luego aquí se encuentra también las visiones de Ramon Rosa Y Adolfo Zúniga.
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