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|a Laberinto de espadas, causa común, sol de junio, ensayo para explicar tu rostro, los árboles helados, la doble sangre, la vagabunda del lirio, líneas para una confesión, hacia ninguna parte, desde adentro, medianoche de la esfinge el vino de la separación, calle de Heidelberg; la puerta secreta, la tierra y la sal, la estatua ,sala desierta, la pipa de nogal mujer y tigre, la rosa de arena, la muchacha bajo el mar, en donde el viento pasa conduciendo, de las riendas a las cabalgaduras, la fuente canta en el parque, la inocencia; luna entre ramas, cerca del monótono, san miguelito, san Carlo, león viejo, el corcovado, estero ciego, la rama de oro, camino hacia el tempate, el baile del rosedal, por los barrios de masaya, cuapa el sitio de la nostalgia, el viento, verano ancestral, pueblo dormido, venado en el jardín de las flores, palo blanco, la vendedora de mangos, parque de la merced, lunes en la ciudad; sonata para la soledad, la dama de los labios de arena la extranjera, estela inscrita, espacio oscuro, las pasadas glorias, viñeta, nocturna, el jardín y las cicatrices, el vuelo de los seres, el sonido del lobo, ventana y alba, eros, el reino encantado, evocación del silencio; provincia al sur de la ceniza, el trono de la noche, provincia al sur de la ceniza, tatuaje en azul, atreves de las grandes distancias, rueca de átropos, cipreses, el dolor; el botero de raytipura y otros poemas en prosa, las tumbas de rama cay, elogia para un bote a la orilla del estero, remembre anochecer; cuerpo en el regazo del hades, cuerpo en el regazo del hades, tiempo cumplido, el lugar final; estrofas de cortesía al marfil, la afecciones desordenadas, uranismo, imploraciones a una musa nocturna, la salva de las cascadas rojas; promesas no recogidos en libro, habitación a oscuras, cancion lejana, la luna se llama claudia, el poeta provinciano, toda ausencias es un altar de cipreses, en los hombres Veracruz, ángel Martínez Baigorri o las manos de navarro las aventura de la verdad; aunque al final las lámparas se apague, reunión de poetas o los arrecifes donde azotaba el mar; promesas dominicanos, entretiempos de litoral y crepúsculo, pedro Henríquez Ureña, un gran pitche dominicano, en las grandes ligas; lluvias para cubrir el sueño, noche de bodas o encadenamientos y rendiciones, decisiones en jueves.
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