Sumario: | El bosque estaba en calma, aunque se escuchaban, muy lejos, risas humanas, voces, y algún grito de niños que se perseguían entre la espesura, pero que no llegaban a asustar al tímido conejo gris y blanco que remontaba entre las matas, ajeno a cuanto no fueran los tallos tiernos y las ultimas briznas de hierbas jugosa, algún pájaros revoloteaban, somnolientos por el calor del medio día, y las hormigas, indiferentes ese calor y a todo cuanto no fuera acaparar, incansables, se perseguían las una a las otras, histéricas cuando perdían el paso o se desorientaban de su ruta habitual.
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