Sumario: | La decadencia se produce porque la aceptamos sin luchar, así había uno de los personajes de esta joven novela llamado gibby, un asesino a sueldo, septagenario, impetuoso y fornicador, que precisa apoyarse en un bastón para realizar sus trabajos, y mantener su prestigio de número uno en Inglaterra, gibby es de alguna manera el optimista alter ego de samuel Fuller, que escribió, mi nombre es quinta, a los setenta y siete años de edad, después de una carrera como novelista, guionista de prestigio y director de tan admirado por las nuevas generaciones de cineastas como maldito, para la industria de Hollywood; una leyenda viva que permanece en activo, repartiendo toda su tremenda y contundente visión del mundo, con la burla que permite medio siglo de experiencia creativa.
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