De la crítica a la ética: Medios y sociedad, El nuevo contrato público /

Introducción, ¿Qué les pasa a los medios de información? ¿Se consideran más allá de los poderes? ¿Se han ensoberbecido ante su enorme influencia? 0, al contrario, han llegado a tal realismo que se reconocen por encima de la sociedad y de cualquier entrega de cuentas? Por donde quiera pueden hallarse...

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Detalles Bibliográficos
Formato: Libro
Lenguaje:Spanish
Publicado: México : Universidad de Guadalajara, ©1995
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Sumario:Introducción, ¿Qué les pasa a los medios de información? ¿Se consideran más allá de los poderes? ¿Se han ensoberbecido ante su enorme influencia? 0, al contrario, han llegado a tal realismo que se reconocen por encima de la sociedad y de cualquier entrega de cuentas? Por donde quiera pueden hallarse muestras de su actuación irresponsable. En Inglaterra publican conversaciones intimas de la familia real, en Estados Unidos la deificación de la violencia es cotidiana, en México la ausencia de pluralidad suficiente también en los medios es el principal dique para la democracia, en Francia un ex primer ministro se suicida ante el acoso de los medios. Jean Daniel, el agudo director del Nouvelle Observateur, se levanta contra los falsos asombros y encuentra, una peculiar mojigatería en escudarse en la defensa de la libertad de prensa cada vez que alguien de fuera pretende poner en cuestión nuestro oficio. ¿Desde cuándo se supone que estamos, por supuesto que no por encima de las leyes a nadie se le ocurre- pero si de las costumbres, de los códigos, de la decencia, de la ética colectiva o intima?, para luego considerar que la muerte de Pierre Beregóvoy se debe, en parte, al funcionamiento de los medios de comunicación. El auge de los medios de información en la vida de todos nosotros, como instituciones fundadoras de nuevos mecanismos de legitimación, regulación o convivencia sociales parece evidente. Resulta curioso como los medios de comunicación de masas, que son tan agresivos para examinar el desempeño del resto de los actores sociales y políticos, no lo son con ellos mismos, menos aún existen pautas para evaluar sus efectos más allá de asuntos circunstanciales. Implacables con los demás, condescendientes dentro de casa, Profundamente críticos, pues a su actitud inquisitiva y reflexiva deben su prestigio y en ella tienen una de sus principales utilidades para la sociedad, los medios de comunicación de masas no siempre son consigo mismos autocríticos. En todos lados se echa de menos una conducta cuestionadora con respecto a su propio funcionamiento-tal como la tienen hacia el resto de las instituciones o figuras públicas por parte de la televisión y la radio, así como también por amplios segmentos de la prensa. Conforme es mayor su capacidad para propagar informaciones, logran más influencia social. Pero no necesariamente han tenido contrapesos capaces de frenar la presencia, a veces desmedida, que llegan a alcanzar en nuestras sociedades. En todo el mundo; al menos en el que conocemos como mundo occidental, la discusión sobre el marco legal de los medios de comunicación se ha encontrado a la orden del día desde fines de la década de los años ochenta y ya entrado el último decenio de siglo. En algunas naciones el debate principal se ubica en tomo al régimen legal que habrán de tener los medios electrónicos que antes fueron de propiedad estatal, y ahora se han abierto desafío de la privatización. Así sucede especialmente en países europeos como, Italia, Francia, Gran Bretaña y España. En casos, los medios, sobre todo electrónicos, han permanecido manos privadas, salvo excepciones en las que se ha desarrollo una presencia estatal minoritaria, pero se ha encontrado en vías de ser can celada; ese es el caso de México. Pero en todas las discusiones sobre el régimen legal de los medios, aparte de la regulación de sus formas de propiedad, tiende a estar presente un elemento que no siempre puede resolverse con legıslaciones nuevas o más exigentes. Se trata de la responsabilidad social, política, cultural, e incluso moral, de los medios de información y de los informadores que trabajan para ellos. En las siguientes páginas se ofrece un recuento, de ninguna manera exhaustivo, en tomo a experiencias de distintos países en la búsqueda de marcos normativos del comportamiento profesional de los informadores. Se destaca el establecimiento de códigos de ética como una de las modalidades que mejor propician la responsabilidad mutua entre propietarios, trabajadores y públicos de los medios, así como entre éstos y las autoridades e instituciones estatales. Por último, se mencionan brevemente algunas experiencias mexicanas en el intento de arribar a formas de regulación y sobre todo precisión de las obligaciones profesional es de los informadores.
Descripción Física:63 páginas ; 21 cm
ISBN:968-895-677-5