Perú : etnia, política y violencia /

Introducción, Situado en América del Sur, el Perú forma parte de la región andina. Limita al norte con Ecuador y Colombia, al este con Brasil, al sudeste con Bolivia, al oeste y sudoeste con el Océano Pacifico y al sur con Chile. El territorio peruano es recorrido de norte a sur por la cordillera de...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Formato: Libro
Lenguaje:Spanish
Publicado: México : Universidad de Guadalajara, 1994
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245 1 0 |a Perú :  |b etnia, política y violencia /  |c Gloria Alicia Caudillo Félix 
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300 |a 167 páginas :  |b ilustraciones ;  |c 21 cm 
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505 0 |a 1. Antecedentes históricos. -- 2. Aproximación a sendero luminoso. -- 3. La violencia política en Perú. -- 4. Contenido étnico de la violencia política en Perú.  
520 3 |a Introducción, Situado en América del Sur, el Perú forma parte de la región andina. Limita al norte con Ecuador y Colombia, al este con Brasil, al sudeste con Bolivia, al oeste y sudoeste con el Océano Pacifico y al sur con Chile. El territorio peruano es recorrido de norte a sur por la cordillera de los Andes, tiene una superficie de 1 285 216 km y está dividido en tres regiones naturales perfectamente diferenciadas: la Costa ocupa 11 por ciento del territorio nacional y es la región más densamente poblada e industrializada. El mercado interno es canalizado prioritariamente a Lima, la capital, que concentra 30 por ciento de la población total. La Sierra (27 por ciento del territorio) está habitada por cerca de 5 000 comunidades indígenas de origen inca que siguen hablando quechua y aymará, aunque muchos de sus miembros que han emigrado a las ciudades utilizan el español. También habitan la región campesinos libres, cooperativistas y terratenientes. Y por último tenemos la selva (62 por ciento del territorio), una región poco explotada en la que viven algunas etnias indígenas minoritarias, prácticamente aisladas, que se comunican a través de su propia lengua. Perú está organizado en 24 departamentos subdivididos en provincias y distritos. La población indígena (50 por ciento) está distribuida en comunidades (20 por ciento) y en ciudades (30 por ciento), mientras que el mestizaje abarca 32 por ciento de los peruanos. Del resto de la población, 10. Ciento son blancos y 8 por ciento descendientes de africanos y asiáticos. Este país, desde 1980, ha sido escenario de una creciente violencia política, que ha tenido como actores principales Sendero Luminoso (Partido Comunista Peruano, línea maoísta) ya las fuerzas policiales y militares del Estado Peruano. El tipo de lucha armada radical iniciada en la Sierra por Sendero Luminoso, y ampliada a gran parte de los departamentos del país, ha sido cuestionada constantemente por las organizaciones políticas de la ciudad de Lima, que han catalogado a sus militantes como "mesiánicos y terroristas", mientras que la prensa se ha encargado de destacar los enfrentamientos de la guerrilla con comunidades indígenas, los "ajusticiamientos selectivos perpetrados contra terratenientes, abigeos, alcaldes y prestamistas, los a taques emprendidos contra cooperativas agrarias y centros de experimentación agropecuaria-destrucción de maquinaria y reparto de ganado-, así como los constantes actos de sabotaje dirigidos principalmente a empresas peruanas y norteamericanas, embajadas, locales estatales y partidarios y vías de comunicación. Sendero Luminoso mostró, desde un principio, su desprecio a realizar propaganda de las acciones emprendidas contra el Estado, y más bien se preocupó por legitimarse entre la misma población indígena por medio de la comunicación oral. Su extremo sectarismo se ha expresado a través de la calificación de "revisionistas" que espeta a todos los grupos y organizaciones urbanas de izquierda, a quienes ve como enemigos e intenta combatir por todos los medios. Esta guerrilla andina se caracteriza también por el papel radical y dirigente que juega la mujer, por las formas de ejercer la justicia y el poder en las zonas donde tiene presencia activa, así como por los rasgos especia les que manifiesta mediante el tipo de violencia política que ejerce. La violencia desatada por los senderistas responde indudablemente a factores coyunturales, caracterizados por una crisis económica cada vez más aguda que ha provocado el empobrecimiento de la población-principalmente la indígena-, a la que se le cierran las puertas de los mínimos de bienestar económico y social. Pero las verdaderas y profundas causas de la irrupción de esta violencia sólo se pueden encontrar rastreando en los problemas histórico-estructurales aún no resueltos de la sociedad peruana, y que se sustentan en dos vertientes principales: a) La desigualdad regional provocada por la expansión de un capitalismo subdesarrollado dependiente del exterior, que generó profundas desigualdades entre el desarrollo de la Costa (más industrializado) y el de la Sierra (con técnicas tradicionales), y, b) el problema étnico manifestado en la existencia de una cultura oprimida o de resistencia, bajo el sometimiento, a lo largo de la historia, de la explotación y discriminación de la cultura de occidente. Esto ya señalado por el sociólogo peruano Julio Cotler. Tal estado de cosas generó en el indio una profunda desconfianza a todo lo occidental y exacerbó el sentimiento regional, o nacional, como señaló José Carlos Mariátegui al referirse a la imposibilidad de los conquistadores españoles de eliminar o absorber a la nación andina, que se refugió hurañamente en la Sierra, lo que se tradujo en una dinámica dual y conflictiva entre el Perú costeño y español y el Perú serrano e indígena. A través de una somera revisión histórica intentaremos mostrar, por un lado, que la violencia política actual emprendida por Sendero Luminoso, no es sino parte y continuidad de un largo proceso de luchas y resistencias del indio ante la constante represión y explotación de que ha sido objeto por parte de las clases dominantes y las fuerzas represivas del Estado, Por otro, que el tipo de violencia política de esta organización responde sin duda, y manifiesta, ese enfrentamiento étnico producido por las condiciones a que ha estado sometida la cultura andina. En esa violencia es posible observar cargas cultura les distintas a la cultura occidental y visualizar algunos elementos prehispánicos presentes en ella. Pero la violencia senderista también será catalizador de rencores ancestrales que irrumpirán e intentarán trastocar el orden opresor, sin importar, en muchos casos, los medios y las consecuencias, Ese rencor galopante y liberado después de tantos años, al toparse con la feroz maquinaria represiva y racista del Estado peruano, buscará desesperadamente exorcizarse recurriendo al racismo invertido de las masas. Por la dinámica de la violencia vemos claramente el precio que policías y militares dan a la vida del indio, y las tremendas masacres cometidas en nombre de la democracia y la seguridad nacional. Esta violencia lleva implícita la lucha por el poder: de un lado para conservarlo; del otro, para tomarlo. Las vías del lenguaje político y la negociación parecen descartadas en este caso en el que la palabra andina ha sido negada cotidianamente y se ha reafirmado la occidental a través del arma y el garrote. Pero la voz andina-expresada hoy en el accionar de las bases senderistas al querer ser escuchada se ha manifestado a través de formas desesperadas de agresión armada para sacudirse el yugo de la dominación y, en muchas ocasiones, ha superado el límite. Y aunque la violencia política abarca ya a todo el país y se manifiesta también por el accionar de otras organizaciones guerrilleras entre las que destaca el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MKTA)y de grupos paramilitares como el Comando Rodrigo Franco, consideramos prioritario estudiar el fenómeno senderista, ya que su actividad político-militar tiene fuertes implicaciones en la sociedad peruana y se distancia de las formas de lucha armada emprendidas en América Latina por distintas organizaciones guerrilleras. Por otro lado, el hecho de que este movimiento, a pesar de la enorme represión militar, se haya expandido a otros departamentos y aglutine principalmente a sectores indígenas (campesinos e informales), significa que la sociedad peruana está preñada de elementos detonadores que posibilitan es te tipo de fenómenos y se constituye por tanto en un hecho histórico que debe estudiarse con profundidad, ya que forma parte orgánica de la realidad de este convulsionado país.  
520 3 |a El presente trabajo está organizado en cuatro capítulos: en el primero se dan los antecedentes históricos necesarios para comprender mejor el carácter de la violencia política actual. El segundo es una aproximación a Sendero Luminoso, actor principal en esta problemática. El tercero se adentra en los rasgos principales de la violencia durante los períodos presidenciales de Belaúnde Terry y Alan García e intenta dejar claro el papel que han jugado las fuerzas represivas y Sendero Luminoso en este enfrentamiento. Y el último capítulo pretende demostrar que la violencia y el discurso político de los senderistas manifiestan una serie de rasgos culturales que denotan la existencia de una cultura oprimida, o de resistencia, que se maneja con parámetros distintos a los occidentales y tiene su propia historia. Se anexa-después de las conclusiones un documento de Sendero Luminoso con el fin de que el lector se dé una mejor idea de la ideología de este movimiento y saque conclusiones propias. A pesar de las dificultades para conseguir material bibliográfico y fuentes documentales, debido a la lejanía, esperamos haber contribuido mínimamente a desentrañar las principales causas históricas y coyunturales del surgimiento, expansión y agudización de la violencia política en el Perú. Esperamos también haber aportado un poco al conocimiento de una pequeña parte de nuestra confusa y compleja realidad latinoamericana que tiene mucho en común, pero también mucho de diferencia. Por último, es necesario señalar que este escrito es el producto de una investigación realizada en el Centro de Estudios Latinoamericanos del Instituto de Estudios Sociales de la Universidad de Guadalajara, y para su realización conté con el apoyo de las compañeras Esperanza García Magaña, Sonia Ibarra Ibarra y Mirna Cázarez Vázquez, quienes me ayudaron en la organización y sistematización de la información recabada. Agradezco a Imelda Villegas la transcripción del texto a computadora ya Temoc Puente la elaboración de los mapas.  
541 1 |a Biblioteca sede  |c D  |d Recibido:1996/10/24  |e 900114291.  |h $50.00 
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