Sumario: | De acuerdo a la publicación de la Situación de Salud de Panamá 2016, en la actualidad la obesidad es uno de los factores de riesgo que más incidencia tiene sobre la población dentro del rango de edad de los 25 a 34 años ya que se encuentra en el quinto lugar como morbilidad de mayor incidencia en este grupo. En un ambiente de oficina el estilo de vida suele ser sedentario y las personas consumen más calorías de las que gastan por lo que la probabilidad de tener sobrepeso son altas. Por otro lado, para la la población dentro del rango de edad de los 35 a los 49 la hipertensión ocupa el segundo lugar como morbilidad de mayor incidencia, seguida en tercer lugar por las lumbalgias no específicas y en quinto lugar la obesidad no específica. En un ambiente de oficina, sobretodo los puestos de trabajo que anejan mucha responsabilidad, son propensos a causar mucho estrés y si esta situación se agrava es muy probable que se produzca una condición de hipertensión. También, si las personas dentro de este rango de edad que trabajan en una oficina realizan movimientos inadecuados o mantienen una postura forzada durante su jornada laboral, es muy probable que se lesionen producto de una lumbalgia. Los puestos de trabajo con pantallas de visualización, o sea puestos de trabajo que usan una computadora, no están exentos de riesgos y pueden desmejorar la salud de los trabajadores. En vista de la creciente necesidad de prevenir los riesgos en el puesto de trabajo surge la interrogante, ¿Por qué las empresas no cuentan con programas de Salud Ocupacional? De acuerdo a entrevistas realizadas a empresarios, proveedores de mobiliario ergonómico y expertos en materia de Responsabilidad Social Empresarial, la respuesta es “No ven el retorno de la inversión” sino que lo ven como un gasto. Hace falta un cambio cultural, hacer ver que las empresas saludables son más rentables que las empresas que no se preocupan por la salud de sus trabajadores. Pero se requiere del ingenio y la creatividad para buscar soluciones de bajo costo que logren demostrar que invertir en Salud Ocupacional es rentable. De acuerdo a Rubén Ordoñez (Ordoñez, 2011) la creatividad es la capacidad de pensar soluciones nuevas a un problema existente, o de descubrir problemas diferentes, mientras que la innovación es la capacidad de hacer cosas nuevas. La transformación que conlleva a lo nuevo es compleja, y si tiene éxito, quienes son su objeto van sufriendo mutaciones en su relación con la innovación propuesta hasta llegar a comprometerse con ella. Por lo tanto si queremos innovar debemos aceptar el cambio que conlleva hacer cosas nuevas. Pero todo cambio debe aportar un beneficio que lo justifique de lo contrario no se vencerá la resistencia al cambio. Dentro de éste contexto aparecen los emprendedores, quienes ven en los problemas de las personas y empresas una oportunidad de crear un nuevo producto o servicio. De acuerdo con Steve Blank, (Blank % Dorf, 201 2), los emprendedores se lanzan a hacer reales su visión y su negocio. Para tener éxito, deben abandonar su status quo, reclutar un equipo que comparta su visión y ponerse a recorrer lo que parece ser un nuevo camino, a menudo envuelto en incertidumbre, miedo y duda. Debido a ese ambiente de incertidumbre al que se enfrentan los proyectos de emprendimiento, también llamados Startups, es que se recomienda el uso de metodologías ágiles de gestión de proyectos, ya que éstas se adaptan mejor a situaciones de mucha incertidumbre y constantes cambios. El propósito de este proyecto es buscar una solución a los problemas que más afectan al trabajador de oficina (trabajador del conocimiento) creando un producto o servicio que atienda la necesidad y se convierta en un negocio rentable.
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