Sumario: | La partidocracia venezolana ha entrado en un profundo descrédito ante la imposibilidad, por parte de Acción Democrática y copei, -hegemónicos desde 1958- de continuar su función mediadora entre los intereses económicos dominantes, amplios y significativos sectores de la población, a través de un vasto aparato clientelar que no excluye el peculado. El fin del auge petrolero, ya lejano, ha llevado a una merma considerable de los recursos financieros y a la introducción de políticas económicas y de corte neoliberal, bajo el actual gobierno de Carlos Andrés Pérez, las cuales han llevado al clientelismo a su actual postración, caracterizada por una casi ruptura de la relación gobierno-partido
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