| Summary: | Relata sobre el Simposio Literario Internacional de Pyongyang en 1986, destacando la importancia intelectual de la literatura en los campos de la cultura y el arte contemporáneo en la lucha por la independencia, la amistad y la paz; conforme a la aspiración de las masas populares en las demandas de la época. Plantea la literatura como una ciencia humanista, que describe con palabras la vida del hombre, dueño del mundo y artífice de la historia; denunciando los males sociales y la injusticia. Refiere que la literatura contemporánea es cognoscitiva y educativa, contribuyendo al progreso social, enarbolando la bandera antiimperialista por la independencia, y la antibelicista por la paz, por la construcción de una nueva sociedad. Agrega que el escritor es portavoz de la literatura progresista, por cuanto retrata la vida social y el ingenio humano.
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