| Sumario: | La literatura hispanoamericana fue, desde sus orígenes, una consecuencia de la literatura española en particular y de la europea en general. Una vez consumada la conquista de América, los españoles fueron gradualmente reproduciendo su cultura en nuestras tierras: religión, idioma, sistemas económico-políticos, costumbres, etc. Por supuesto, esa reproducción no pudo ser total, ya que los pueblos amerindios eran poseedores de otras culturas muy diferentes, que se mantuvieron subyacentes, en forma de substrato, dentro de la cultura importada. De modo especial subsistió la idiosincrasia, el "alma" de los pueblos conquistados. No puede decirse que haya habido una fusión de las culturas española e indígena: ni mucho menos de ambas literaturas; pero sí que una considerable cantidad de elementos culturales autóctonos supervivieron dentro de la nueva cultura. Es cierto que las civilizaciones indígenas desaparecieron por completo o quedaron reducidas a núcleos aislados; pero su influencia se advierte en múltiples aspectos de la vida social y espiritual de la América posterior a la conquista.
|
|---|