Sumario: | Nos cuenta la victoria naval de Salamina en el año 480 a.C. La tragedia está ambientada en Susa, en la corte persa, donde Atosa, la madre del vencido rey Jerjes, trastornada por lúgubres sueños premonitorios, se informa a través de un mensajero de los detalles de la batalla naval y de la subsiguiente retirada desastrosa del ejército persa a través de Tracia. Mientras el Coro entona un canto fúnebre, Atosa ofrece libacIones a los muertos y el Coro invoca a Darío, el viejo rey muerto. Aparece la sombra de Darío, el justo y moderado monarca al que debió Persia su grandeza pasada, que explica que la actual ruina es obra de los dioses, implacables castigadores de la soberbia (hybris) de Jerjes, su sucesor: se atrevió a unir las dos orillas del estrecho del Helesponto con un puente de barcas. Vaticinando nuevas desventuras (la derrota de Platea) Darío exorta a no emprender otra expedición contra Grecia. La entrada final de Jerjes, destrozado, enfila el final con un canto fúnebre (treno).
|