Sumario: | La literatura sobre dramaturgia aplicada a la información es bastante exigua. Conceptos como clímax, conflicto o progresión dramática constituyen verdaderos anatemas para quienes se resisten a la aplicación de la estructura dramática a la información periodística. En el mejor de los casos esgrimen los resultados negativos de su inadecuada implantación para desechar cualquier acercamiento. Ciertamente, aislarse de este debate provoca, entre otras cosas, dos terribles consecuencias. La primera es que los informativos de radio y televisión corren el riesgo de convertirse en las cenicientas morfológicas de los medios, mientras la innovación formal avanza en el resto de la programación. La segunda consecuencia se relaciona con el axioma que bautiza la realidad como un mundo mucho más rico que el de la ficción. Negar este presupuesto es mirar hacia otro lado. El periodismo audiovisual, esclavo del entorno circundante, puede jugar en la categoría de los espectáculos, como un filme o una obra de teatro
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