Sumario: | Carlos Roberto Paz, viene en estos versos bien armado para enfrentar aquel reto: suscitar la imaginación y la sensibilidad del lector salvadoreño, principalmente, y de todo ser sensible, al drama de deshumanización de nuestro tiempo. Su vérsica y su estructura formal son limpias, fluyen suavemente a los ojos y oídos del lector, sin perder cadencia. Se dejan recorrer en tonos y ritmos serenos, a pesar de la fuerza subterránea, del dolor recóndito que se trasluce en el poemario de principio a fin. Un buen logro de este autor es el equilibrio en que aúna lo lírico-personal a lo histórico social: fina sobriedad, para que ni la emoción del yo ni la conmoción de la historia desborden el texto, sino que domine la delectación poética.
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